Por: Carlos Cuello / Abogado Asociado Especialista en Derecho de los Negocios Internacionales
El nuevo Coronavirus -Covid-19-, está afectando de manera sustancial el comercio internacional y, según los expertos, pasará a crear un panorama económico sombrío para el futuro del comercio mundial.
El virus hasta ahora ha infectado a más de 2.000.000 de personas, el número de muertos ha superado los 130.000 en todo el mundo, y se espera que ambos aumenten a medida que se propague el brote. A la fecha distintos países han dispuesto los mayores esfuerzos científicos y médicos con el fin de desarrollar la cura para el virus. Sin embargo, el plazo para esto no es alentador, se estima que una cura para el virus, el cual es más peligroso para las personas mayores y para aquellos con sistemas inmunes debilitados, estará desarrollada entre 12 y 18 meses.
El Covid-19 no solo inició una crisis de salud en todo el mundo, sino que los gobiernos están luchando para hacer frente a los desafíos que el virus genera en lo social y en lo económico. Dicho esto, téngase en cuenta que este se originó en China, que es el centro de fabricación central para muchas empresas en todo el mundo, las repercusiones de su economía detenida han interrumpido el comercio internacional y el envío global de productos y servicios.
Así pues, muchas de las empresas dedicadas al comercio internacional han entrado a operar bajo el modelo «justo a tiempo», dependiendo de las importaciones regulares y manteniendo un bajo stock de productos, ingredientes o materiales, con el fin de reducir los costos de almacenamiento. Esto ha resultado en un déficit de mano de obra y una desaceleración en el tiempo de producción, ya que las compañías están utilizando los servicios de envío global sobre una base estrictamente necesaria. Como resultado, se exportan menos mercancías y, adicionalmente, en la etapa de importación, se realizan procedimientos de cuarentena demorados y extensos controles de salud en los puertos, lo que prolonga aún más el retraso.
Ahora bien, las corporaciones no son las únicas reacias a gastar, ya que las recientes cifras de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) han mostrado una disminución en el gasto del consumidor en todo el mundo. Esto se ha vuelto más evidente en los sectores minoristas y turísticos, tal vez debido a una pérdida de ingresos, miedo al contagio o una mayor ansiedad en torno a la evolución del virus y a las medidas de confinamiento, adoptadas por los gobiernos. Esta es una barrera para el comercio internacional, ya que una demanda más baja limita la producción, lo que podría dar lugar a recortes de empleos y a la reducción del valor de las acciones, lo que conlleva a una URGENTE restructuración empresarial, desde todos los ámbitos legales y estructurales de las compañías, entre ellos el laboral y comercial, permitiéndo afrontar las difictultades contractuales del comercio internacional que se han generado por esta crisis sanitaria.
Así las cosas, se cree que el brote deprimirá el crecimiento anual global por debajo del 2%, debiado a que los casos de Covid-19 continuarán alimentando la incertidumbre económica.
Retomando lo expuesto en lineas anteriores, si los vendedores dependen en gran medida de los bienes producidos e importados de China, y estos no se están produciendo a gran escala y/o no se logra envíar a otro país por las restricciones mismas, ahora estos tienen y deben buscar fuentes alternativas de producción, lo que se traduce en un retraso a la transformación de las dinámicas del mercado. Esto entonces, ha reducido el espacio en los contenedores de envío y ha aumentado los costos de los mismos, los cuales están contribuyendo a la demora en el suministro y a los altos precios de los productos.
Un caso que se debe resaltar, es el de Gran Bretaña quien está conectada a todas las grandes economías y, en los últimos años, ha aumentado el comercio internacional con China. Muchas empresas británicas ahora dependen en gran medida de las exportaciones de este país y la baja en los servicios de envío globales debido a la epidemia está ejerciendo presión sobre los negocios y el comercio internacional.
Por otro lado, se han visto efectos inmediatos en la oferta y la demanda de petróleo, productos agrícolas y metales en el mercado global. China es el mayor importador de petróleo del mundo y cuando el presidente chino, Xi Jinping, emitió un bloqueo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sufrió severamente como resultado, con una producción que cayó a 600 mil barriles por día.
El petróleo, la agricultura y los metales son solo algunos de los muchos mercados de productos básicos afectados por el coronavirus, que también amenaza con llevar a la economía mundial a la recesión.
El canciller británico, Rishi Sunak, confirmó que el Reino Unido implementará medidas de emergencia diseñadas para apoyar a las pequeñas empresas y hogares durante todo el brote. Se reducirán las tasas comerciales para las empresas del sector del ocio y la hostelería, se introducirá un plan de préstamos por interrupción comercial Coronavirus, se ampliarán los salarios por enfermedad y aumentarán los fondos del Servicio Nacional de Salud (NHS).
El paquete de emergencia costará al Reino Unido 30.000 millones de libras esterlinas, de las cuales al menos 5.000 millones de libras esterlinas se destinarán al NHS y 7.000 millones de libras esterlinas a las empresas para ayudar al país durante el peor brote.
En latinoamerica, Argentina por su parte necesitará ayuda para evitar entrar en default nuevamente, se espera que dicha economía se contraiga por tercer año consecutivo. La inflación se encuentra en más del 50 por ciento y el país está en conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar un incumplimiento de su deuda.
Desde fines de la década de 1950, el FMI ha otorgado préstamos y rescates a Argentina más de 20 veces. Pero esta vez, finalmente, admitió lo que todos los demás decían: que la deuda de Argentina es «insostenible».
Dicha nación tiene deudas de más de $320 mil millones de dólares. El FMI ahora dice que tendrán que asumir las pérdidas en sus tenencias y parece haber una determinación en Buenos Aires de que no aceptarán ninguna nueva medida de austeridad. De hecho, el nuevo presidente Alberto Fernández ha congelado los precios y aumentado los salarios.
Ahora, en lo que respecta a Colombia, por su parte, ha dispuesto diferentes medidas con el fin de aliviar las obligaciones económicas de las diferentes pequeñas y medianas empresas, como lo son el congelamiento de créditos bancarios, ampliación del término para el pago de ciertos impuestos, entre otros. Sin embargo, actualmente, está la incertidumbre de no saber hasta cuando se extenderá el periodo de confinamiento obligatorio, y de ser así cuales serán las ayudas que brindará el gobierno a las empresas dedicadas al comercio internacional.
Es de anotar que, con el fin de ampliar el apoyo para emprendedores y empresarios en la coyuntura del Covid-19, la Cámara de Comercio de Bogotá puso, a partir del viernes 3 de abril, un equipo de consultores para que, de manera permanente, realicen asesorías virtuales gratuitas. Este acompañamiento se realizará en temas como estrategia empresarial, producción y calidad, mercadeo y ventas, marketing digital, seguridad y salud en el trabajo, legal y trámites, internacionalización, evaluación y formulación de proyectos, gestión de crisis, e ideas de negocio.
Por último, Estados Unidos, el mayor protagonista en el mercado internacional, se vislumbra hasta el momento como una de las peores víctimas del virus. Ante la negativa del presidente Trump de ordenar el confinamiento obligatorio de sus ciudadanos, los diferentes estados de manera independiente han tenido que, progresivamente, ir decretando la cuarentena obligatoria ante la ausencia de una orden federal.
El espacio aéreo estadounidense es uno de los pocos a nivel mundial en el cual todavía se registra una alta ocupación, lo cual sugiere que por ahora la economía prima sobre el cuidado de sus ciudadanos. Por estas y demás razones, los casos en el país norteamericano han superando de manera acelerada a países como Italia y España, contando a la fecha más de 558.000. El presidente Trump ha cambiado su discurso de triunfalismo a preocupación, mientras el Congreso de Estados Unidos ha aprobado un paquete de ayuda por US$2 billones, para frenar la desaceleración de la economía por el coronavirus.
En consecuencia, las grandes, medianas y pequeñas empresas requieren urgentemente una asesoría y/o consultoría legal de calidad que le permita afrontar la crisis en la que se encuentra sumergido el mundo, adoptando las medidas oportunas para restructurar la compañía en busca de su sostenimiento en el tiempo. Esto conllevará a decisiones difíciles, pero necesarias, si se quiere continuar en el mercado nacional e internacional. Así pues, únicamente este camino le permitirá minimizar, a la organización, los conflictos legales que se están ocasionando o que surgirán luego de haber superado esta pandemia.
Totalmente de acuerdo con el autor, bajo las circunstancias actuales es necesario que las empresas se reestructuren bajo el acompañamiento legal, si desean ser competitivos y mantenerse a lo largo del tiempo, toda vez que las condiciones del mercado han cambiado drásticamente, por lo que, de igual manera, las compañías deben adecuarse a los cambios producidos por el COVID-19.
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